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Chema Fosagra ha publicado su primera novela negra “La clave taba en Mali”

Lunes 02 de Noviembre del 2020 a las 22:38


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José María Montes Presa, más conocido como “Chema Fosagra” a nivel artístico, publicó su primera novela negra escrita como el mismo dice en “amestao” y que lleva por título “La clave taba en Mali”, donde cuenta la historia de un crimen, el cadáver es encontrado por un paisano del pueblo, que estaba cazando y que lleva su mismo nombre “Chema Fosagra”. Este paisano decide investigar el asesinato y llegar a resolver el misterio, en el que aparecen tramas de corrupción.

Montes Presa en natural de Bendición, donde nació en 1952, su carrera profesional la desarrolló siendo profesor primero en Sama de Langreo y luego en Oviedo, pero fue en 1984 cuando se fue a Marruecos, como director del Colegio Español Luis Vives en Larache, ya que el Estado español mantiene una serie de centros educativos en ese país. En el centro en el que fue director están integrados todos los niveles de la enseñanza, desde Educación Infantil hasta Bachiller; además contaba con una unidad del Instituto Cervantes que dependía del Ministerio de Cultura. “Los funcionarios docentes solo podemos estar seis años en el exterior, luego tenemos que retornar obligatoriamente, para pasar por territorio nacional y por eso retorné en 1990, pero volví en el 2004 curiosamente al mismo centro, con el mismo cargo y la misma función, regrese de Marruecos en 2010 y a los dos años me jubilé. La asignatura que impartía era Historia”, explicó.

Ahora reside en Oviedo pero la mayor parte de su tiempo lo pasa en Bendición, porque tiene allí una pequeña finca ecológica, “donde procuro perder lo menos posible y entretenerme el máximo tiempo posible. Me entretiene muchísimo y lo necesito, porque tengo tendencia tener el azúcar alto y si no tuviese esa actividad, debería de medicarme para regularlo. No hay cosa que más adelgace que les fabes y les patates ye cuestión de sembrales y sacalés. Vendo algo, pero es cierto que mi familia y yo somos los principales clientes, no todos los productos los siembro con intención de venderlos y la agricultura es muy problemática, porque a veces no se dan y no sabes el por qué, es inexplicable”, comentó.

Presa ha escrito poesía y cuentos toda su vida, “me acuerdo que a los 10 años escribía poesías a mi modo y manera y conservo alguna. En mi juventud gané algún concurso de cuentos y de poesía, pero luego dejé de publicar, porque me di cuenta de que tenía más interés en publicar que en editar. Muchas veces no estás para contar nada, porque no tienes nada que contar. Me llegué a preguntar por qué tenía tanto interés en escribir si no tenía nada que contar, porque pensé que tenía que madurar las ideas”, confesó.

El escritor recordó que después de volver de Marruecos la primera vez un día cazando ocurrieron tantas vicisitudes, que sobre la marcha en Pola de Laviana las puso todas en un monólogo escrito en asturiano, que se titulaba “La cacería de Liti” y a la gente le gustó mucho. “Comencé a recitar los monólogos que escribía entre los amigos y algunos otros. No los publicaba en un libro, pero si los recitaba en las actuaciones que hice por Asturias, junto con otros que no eran míos”, explicó.

Cuando volvió a Marruecos la segunda vez fue presidente de la Casa de España, “en Larache me conocen como el “Munir”, que significa el Jefe y director, pero no solo por ser el director del centro, sino porque me relacionaba mucho con la población mora y estaba metido en mil

fregaos. Fui el fundador de una asociación de empresarios en Larache, el iniciador del campeonato de triatlón de Marruecos, que sigue vigente y en memoria de eso en Larache está la Federación de Triatlón del país, contamos con mucho apoyo de la Federación Española. Además organizaba semanas culturales, el salón de actos se llenaba de gente y tenía que contar con policía para controlar los accesos. Fui el iniciador de las clases de lengua y cultura española cuando no existía el Instituto Cervantes, en mi primera época. Tenía fama de ser bueno pescando y cazando, algo que no era verdad del todo. Cuando llegaban asturianos a Larache le decían que mi casa era la del consulado de Asturias”, apuntó.

Cuando regresó a Asturias en su segunda etapa en Larache publicó en 2013 un folleto de monólogos y empezó a actuar en festivales, porque le iban llamando. El folleto estaba compuesto de cinco monólogos y sacó 500 ejemplares y aseguró que volaron, casi se quedó son ellos, solo tiene en su casa media docena. “Continúo escribiendo monólogos pero no los he vuelto a publicar. Seguí escribiendo poesía y gané algún que otro concurso en 2010. El que más ilusión me hizo fue el que me entregaron hace tres años la Flotilla de la Libertad, por una poesía sobre los habitantes de Gaza, que se titulaba “En memoria de Gaza””, afirmó.

En octubre de 2018 tras retarle un amigo suyo, porque consideraba que no era capaz de escribir una novela en asturiano, se puso a ello y en tres meses ya la tenía escrita. “Está escrita en amestao, porque la gente no entiende el asturiano académico, no es el que se habla incluso se recogen expresiones que están en desuso. De la novela he recibido tres piropos reiteradamente que me envanecieron absolutamente: el primero es que se entiende porque escribo como se habla; el segundo es que he creado un personaje y el último es que me dicen que no son quien a soltarla, que se lee de una sentada”, comentó. En toda la novela aparecen localizaciones muy conocidas y queridas por él, tanto de Asturias como de África.

En este momento, ya está inmerso en la segunda novela, que no será una secuela sino que mantendrá al mismo protagonista “Chema Fosagra”.

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