- Teatro del Norte presentó la ampliación de su web
- Se han presentado casi 50 denuncias contra el alcalde de Siero desde que ocupa el cargo
- GALERÍA DE IMÁGENES: Gran jornada de rallysprint en Llanera
- Cogersa pone en servicio un punto limpio en Siero tras invertir 1,28 millones con el apoyo de los fondos del Plan de Recuperación
- GALERÍA DE IMÁGENES: Ceremonia de salida del IV Rallysprint Llanera Arlós Excavaciones y Obras
SOCIEDAD
Un minuto de ruido por Olivia, Anna, Sara y todas las víctimas de las violencias machistas.
La Plaza del Ayuntamiento de Siero fue escenario el sábado 11 de junio, una vez más, de la protesta y la rabia contra las violencias machistas, tras la aparición del cuerpo sin vida de Olivia, de seis años, una de las dos niñas desaparecidas en Tenerife, mientras se continúa buscando a Anna, su hermana de seis años. Ambas asesinadas por su padre, Tomás Gimeno.
La violencia vicaria: “Un maltratador jamás podrá ser un buen padre”.
Olivia y Anna han sido las últimas víctimas en nuestro país de una de las patas de la violencia machista: la violencia vicaria, ésa que ejerce el padre o pareja sobre la madre a través de los hijos e hijas, ésa que sigue ejerciendo el agresor sobre la víctima ante la imposibilidad de seguir maltratándola diariamente cuando ella ya le ha dejado. Ésa violencia con la que la ataca donde más le duele. Ésa que conocía muy bien Juana Rivas “superviviente de violencia machista, que hoy ingresó en prisión condenada por secuestro, tras huir con sus hijos para protegerles del padre, sabiendo que él sólo los utilizaría como herramientas para seguir haciéndole daño. Con este hecho, una vez más, el patriarcado institucional alimenta el terrorismo machista, sin tener en cuenta que un maltratador jamás podrá ser un buen padre, pues todavía pervive la tendencia a disociar el rol de marido o pareja maltratadora y el de padre”, manifestaban desde la plataforma ‘Siero escontra les Violencies Machistes’.
Con Olivia y Anna, son ya 41 las víctimas de violencia vicaria desde 2013, 34 de ellas asesinadas por sus padres biológicos. En lo que va de año, han sido cuatro los menores asesinados por sus progenitores.
“La lucha contra las violencias machistas es un asunto de Estado”.
“Hoy nuestra propuesta no es un minuto de silencio, es un minuto de ruido, porque estamos cansadas de llorar a las víctimas. Hoy verán nuestra rabia. Hoy también estamos aquí por Rocío, de 17 años, asesinada por su expareja y que deja huérfana a una criatura de cuatro meses. Un minuto de ruido por Olivia, por Anna, por Rocío y por todas las víctimas de la violencia machista”, explicaban.
“La lucha contra las violencias machistas es un asunto de Estado y el Estado debe responder: queremos políticas feministas, políticas que dejen de crear hijos sanos del patriarcado como lo son los maltratadores; queremos políticas que no limiten la violencia machista a las relaciones de pareja, políticas que nos protejan del agresor y no revictimicen a las supervivientes, políticas que eduquen en el feminismo…”, expresaban, exigiendo “una transformación radical del sistema judicial patriarcal, que permite situaciones tan injustas como las que estamos viviendo. El Estado, las instituciones y la sociedad tenemos que implicarnos en esta lucha para exterminar esta lacra social, porque las mujeres queremos ser libres, no valientes”.
El acto finalizó con un minuto de ruido contra el sistema patriarcal y los maltratadores que éste produce. Un minuto de ruido contra un sistema que es raíz, origen y causa de la violencia machista.