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SOCIEDAD

Los hosteleros sierenses temen un nuevo cierre en enero

Lunes 14 de Diciembre del 2020 a las 23:11


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Los hosteleros de Siero mostraron su preocupación al periódico El Tapín ante un nuevo cierre en el mes de enero, debido a una tercera oleada de la pandemia, como aseguró el Presidente del Principado, Adrián Barbón, antes de anunciar su reapertura.

El propietario de los locales El Patio de Butacas, La Local del Moño y La Antojana todos ubicados en Pola de Siero, Alberto Díaz, aseguró que lo que espera con está reapertura es “no acumular más deudas” e intentar salir a flote, ya que están teniendo los mismos gastos que el pasado año, pero sin facturas y con un cierre de 40 días, a los que se suman los meses del confinamiento. “Las medidas impuestas  tiene un doble rasero y deben responder a múltiples intereses que a mí se me escapan, porque sólo hemos estado cerrados tantos días los establecimientos hosteleros, considero que es necesario que los responsables que tomen estas medidas se reúnan con los hosteleros, que día a día estamos trabajando por sacar nuestro negocio adelante, no tomarlas a la ligera y sin ningún tipo de explicación”, criticó.

Díaz aseguró que en este último cierre las ayudas del Principado todavía no han llegado, incluso mucho de su personal todavía no ha cobrado los ERTES anteriores. “Estamos trabajando al 25% con el 100% de gastos, ya no pensamos ni en cobrar nuestros sueldos, esto es insostenible. El volumen del negocio es ahora del 65% con respecto al pasado año. Hay una gran incertidumbre y se nos criminaliza siempre a nosotros, cuando ocupados el octavo puesto en cuanto al nivel de contagios”, explicó.

El propietario de la Sidrería El Culetín de Pola de Siero, Pedro Hevia, confesó que este año ha perdido 200.000 euros, entre los meses que estuvo cerrado en el confinamiento y estos 40 días. “Las medidas impuestas son insostenibles, nosotros nos arruinamos para salvar vidas, pero las administraciones no nos ayudan tendremos que ir a la segunda oportunidad. He tenido que pagar 2.000 euros en luz y gas. Este es un negocio con 25 años de historia y nunca hemos vivido una situación igual. En el confinamiento paré las cámaras y al volver a ponerlas en funcionamiento tuve que hacer frente a 6.000 euros de averías. Necesitamos ayudas, porque el sector se muere” apuntó.

Matías Hevia, propietario de la Cafetería Las Coronas de Pola de Siero, aseguró que la venta el primer día ha ido muy al ralentí, porque los clientes tienen miedo y están confusos con las medidas, porque abren la hostelería pero les piden que se queden en casa. “Esperamos que la cosa se vaya animando de cara a las navidades y las medidas vayan siendo menos restrictivas, porque ahora muchos nos hemos planteado no abrir. Nosotros tenemos suerte porque contamos con la terraza cubierta, pero por ejemplo el martes de mercado no vamos a abrir, porque al no contar con ella el espacio que nos queda dentro del local con el aforo al 30% y sin barra es mínimo, cuando este era uno de los mejores días de la semana el pasado año. La mejor medida hubiera sido decirnos que no abrimos hasta febrero que mejoren los datos y darnos ayudas para poder mantenernos esos meses. No vamos a vender tanto como para hacer frente a todos los gastos”, comentó.

 La propietaria de la Cafetería Bulevar y El Pinón de Lugones, Loli Feito, aseguró que fue una mañana muy tranquila, en la que los clientes acudieron para comprar lotería y sobre todo volver a probar sus pinchos. “Hubo muy poca gente, los clientes que siempre acuden y personas de los polígonos o trabajadores, pero es cierto que todos nos trataron con mucho cariño y nos dieron ánimos”, afirmó. El jueves abrirá también El Pinón, “estuvimos adaptando el local a las medidas y no sabemos cómo se podrán dar las cenar con el toque de queda a las 23 horas. Si por lo menos hiciera buen día para dar servicio en las terrazas ya mejoraría la situación, pero la cosa está muy complicada para el sector”, afirmó.

María José Santos, propietaria de la Cervecería The Clovers de Lugones, aseguró que fue un día tranquilo con los clientes de siempre, pero se mostró muy molesta por las medias impuestas, “no sé si tendremos que cerrar en 10 días, porque están subiendo los contagios y está vez no nos pueden echar la culpa a nosotros que no llevamos abiertos ni un día, es algo insólito que no haya medidas en el transporte público, en los centros comerciales o los supermercados y a nosotros se nos impongan todas. No hemos recibido ni una ayuda, volvieron a pasarnos en noviembre la cuota de autónomos, no podemos sacar a los trabajadores de los ERTES porque no tenemos como pagar los seguros, las ayudas son cero y el sector está arruinado, no soportaremos otro cierre”, apuntó.

En el caso de Vanesa Díaz de la Sidrería Casa Paco de Pola de Siero se mostró algo más ilusionada, porque durante el fin de semana sí que recibió llamadas para reservar mesas para comer y ve que su clientela está receptiva. “Estoy nerviosa en esta nueva reapertura, y es cierto que en verano nos fue muy bien, porque contamos con muchos clientes todos los días, algo impensable el pasado año. Pero es cierto que hay gente que tiene miedo de entrar en los locales y espero que con esta reapertura consigamos meter a la gente dentro, porque aquí no tenemos el buen tiempo de otras comunidades autónomas”, afirmó

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