SIERO

CARTA AL DIRECTOR

Carta al director. La generación de los 50

Domingo 19 de Enero del 2020 a las 12:29


🔎  Aumentar texto 🔎  Reducir texto

Aquella generación es única. Eran tiempo difíciles pero a nuestra forma éramos felices. Somos seguramente la última generación que escuchaba a sus padres, a sus abuelos y a las personas mayores en general que peinaban canas. Atendíamos a los profesores. Si nos regañaban, no podíamos contarlo en casa porque nuestros padres suponían que cualquier castigo tendría alguna razón. No se les ocurría ir a hablar con los maestros para defendernos. Había complicidad. Si te reñían o castigabanes que algo habíamos hecho mal.

En aquellos inolvidables años, no había tantos colegios privados, jugábamos en la calle, formábamos bandas de barrio, nos manchábamos, bebíamos a morro de las mismas botellas sin miedo a contagiarnos, gozábamos de tres meses de vacaciones y aunque no pudiéramos ir a ningún sitio éramos felices en nuestro entorno.

Esa generación y su forma de entender la vida, se está yendo. No gastábamos pantalones rotos porque era signo de pobreza aunque ahora sean los más caros. Eso sí, a la gente humilde nos tenían que lavar la ropa de noche para ponerla al día siguiente. No había tanta diversidad pero nos daba igual. No lo entendíamos.

Muchos de nosotros solo estudiaban primaria o secundaria, pero éramos gente honrada y con principios. Sí íbamos en autobús, cedíamos el asiento a una dama o una persona anciana, no contestábamos a los mayores y escuchábamos a nuestros padres con respeto. No dependíamos de nuestros padres hasta las edades de hoy. Nos independizábamos antes porque si no valías para estudiar, te ponías a trabajar y en aquella época ya a muy temprana edad.

Sabíamos enamorar. No hacía falta ser guapo, sino tener buen verbo. Nos enseñaban otros principios y otros valores.

Aquella generación, fuimos extraordinarios y lo pasábamos bien sin conocer las tecnologías de hoy. Hemos llegado tarde para conocer el funcionamiento de los botones remotos, no conocimos la Tablet ni los móviles, ni internet, pero estábamos conectados y llegábamos puntualmente a todos los sitios.

Nuestra diversión entonces  eran juegos simples como las canicas, la peonza, las carreras con chapas, etc., ir al cine a ver películas del Gordo y el Flaco, de Cantinflas, del oeste o de Bonanza ya en la tardía llegada de la televisión.

Somos de esa generación que nos estamos yendo, pero en la que aún perduran con nostalgia esos tiempos, que sin ser comparables no por ello fueron menos felices.

A todas y todos los que vivimos esos tiempos, mis saludos y mejores deseos y aunque nuestros nietos no locrean, contémoselo. Es nuestra experiencia.

 

Juan Luis Vallina  Ariznavarreta

OPTICA IDEAL
PANERA
DICAR Mirandor del Sol
Areces
La Llera
Michen
Las Coronas

Noticias relacionadas

Leer mas