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El Proyecto Fresneda cumple 10 años y organiza una jornada sobre Salud y Longevidad

Viernes 08 de Marzo del 2019 a las 16:01


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“Es un modelo de promoción de la salud en el que la gente no se agrupaba por enfermedades, sino por intereses comunes relacionados por la salud”

El Proyecto Fresneda nació en el Centro de Salud de La Fresneda, cuando el impulsor Valentín Pérez era Director de Gestión del Centro, porque era una Unidad de Gestión Clínica y se plantearon la idea de prevenir para curar, “sabemos desde hace tiempo que los determinantes de la salud de la gente no están en la farmacias y los centros de salud, sino que son: el empleo, la cohesión social, la riqueza, los estilos de vida entre otros factores y esas cosas que son las que realmente determinan la salud de una población no pueden cambiar sólo por la acción de un gobierno, de unos profesionales de salud, de los maestros pero probablemente con un trabajo combinado de todos en aras de mejorar esos determinantes sí que puede funcionar”, aseguró. Pérez explicó que para que esto salga adelante se necesita una participación muy activa de la  población.

Por eso inspirados en otros proyectos, por optimizar unos recursos que estaban en ese momento infrautilizados y coincidiendo con los momentos más duros de la crisis, porque se estaba disparando el desempleo en el año 2009, se presentó el Proyecto Fresneda, “no podíamos pretender incrementar el gasto sanitario en salud comunitaria, por lo que diseñamos una estrategia que permitía que mucha gente se implicara. Se presentó una iniciativa, se establecieron los objetivos de mejorar a largo plazo la salud de la población adscrita al centro y para eso se ofrecía la colaboración del centro, fue presentado junto con el  consejero de Salud y el Gerente del Sespa del Área Cuatro de aquellos momentos, la idea era que colaboráramos todas las administraciones y contar con la participación activa de la población”, explicó.

Lo que se hizo fue invitar a gente de la comunidad que se quisiera involucrar de manera más activa, como voluntarios liderando grupos, “se usaban los recursos de la comunidad, es decir, su alguien sabía hacer yoga se ponía a impartirlo, si alguien se animaba a salir de excursión se organizaban, o si alguien sabía hacer relajación o pilates lo hacía en los locales libres que había. Creamos grupos de apoyo psicosocial, para dejar de fumar, talleres de manualidades, un grupo de apoyo a la lactancia materna y la verdad es que fue un éxito rotundo, fue muy conocido a nivel nacional o internacional”, aseguró Pérez.

Valentín aseguró que existen muchas actividades de educación para la salud, en la que los profesionales intentan trasladar conocimientos a la comunidad, pero el Proyecto Fresneda era una iniciativa muy novedosa, además ahora el Sespa empieza con programas inspirados en ello, como es el caso de la  estrategia del Paciente Activo, donde se busca que sea un aprendizaje entre iguales aprovechar ese recursos que son gratuito y mucho más interesante, “se ha demostrado en muchos ámbitos de la salud que ese aprendizaje entre iguales es mucho más eficaz que el asesoramiento profesional”, apuntó.

Por el Proyecto Fresneda pasaron 500 personas de todas las edades, de entre una población que era algo más de 5.000 habitantes, entre las que eran voluntaria y las que recibían clases, se llegaron a dar 30 talleres y cursos, se realizaron un total de 15.000 horas de voluntariado y estuvo funcionando dos años en el Centro de Salud de La Fresneda. “Es un modelo de promoción de la salud en el que la gente no se agrupaba por enfermedades, sino por intereses comunes relacionados por la salud”, afirmó.

Valentín comentó que comenzó a surgir una hostilidad por parte de los trabajadores del centro, “porque consideraban que el centro estaba todas las tardes invadido de personas, cuando era una cosa preciosa porque había más gente en las actividades por las tardes que en las consultas por las mañanas y eso es un éxito. Que las mujeres tuvieran un papel tan relevante con el grupo de la lactancia, que hubiera grupos de alimentación no liderados por los profesionales se empezó a mezclar con otras cuestiones como la gestión clínica y era una sobrecarga de trabajo para los empleados y se empezaron a cansar. Todo junto hizo que los miembros del Proyecto, excepto yo, no estuvieran de acuerdo y buscaron alianzas en diferentes frentes”, apuntó. También se buscó el apoyo de los sindicatos, que buscaron argumentos muy pobres para dar por finalizada la iniciativa.

A esto se sumó el cambio de gobierno del PSOE a Foro Asturias, que no apoyaba la iniciativa, “entró con una decisión tomada de ante mano que era cerrar el Proyecto y eso fue lo que me encontré cuando me entreviste con la nueva gerencia y tras un año de lucha, donde se recogieron 5.000 firmas de la población, al final decidí cerrarlo anunciándolo en las redes sociales, porque consideraba que la población debía saberlo”, comentó.

Al final con la gente que quería darle continuidad decidieron constituir la Asociación Proyecto Fresneda, cuya sede la trasladaron a Pruvia, donde cuentan con un espacio que fue acondicionado por ellos mismos. “Seguimos haciendo lo mismo, pero fuera del Centro de Salud y como era el periodo todavía de la crisis y el problema al que se enfrentaba la salud era el desempleo, dimos mucha prioridad a crear una economía comunitaria que permitiera a la gente trabajar y que cubriera alguna de sus necesidades aunque no tuviera empleo”, aseguró.

De esta forma surgió la Red Asturiana de Comunidades de Trueque, que pretendía crear una especie de estructura muy simple que permitiera que en cualquier pueblo de la región, la gente quisiera intercambiar bienes y servicios fácilmente tenían acceso a una especie de moneda social que era válida en toda Asturias y que podían intercambiar con otras comunidades de trueques de otros lados, permitiendo que las personas pudieran poner sus recursos, habilidades, sus talentos y capacidades al servicio  de la comunidad que les rodea a veces sin las dificultades  burocráticas y económicas, por los costes de inversión que no podían asumir al emprender, porque su situación es muy precaria sin capital ninguno.

Con personas de Pruvia, Soto de Llanera y La Fresneda, que es la zona de actuación del centro de salud, se creó el espacio comunal que se encuentra en Puvia, que cuenta con una sala comunal, un espacio abierto al aire libre, un taller de manualidades, un pequeño despacho y un baño, todo ese trabajo se pagó con la moneda social creada en el red de trueque que son los Copines y se puso a disposición de las actividades comunitarias. Valentín explicó que su trueque se centra principalmente en la agricultura ecológica, donde se ha creado un grupo de consumo al que se le suministra, para abrirlo algo más se han respaldado con euros los copines.

Además desde hace unos años han apostado por los bosques de alimentos, donde una persona decide comprar esos árboles, y los responsables de la asociación Proyecto Fresneda invitan un sábado a personas que quieran plantar esos árboles y hacer una comida basada en esos alimentos que aportan, después los mantienen ellos y los compradores de los árboles pueden ir cuando quieran a verlos, por cada 10 euros que se inviertan en esos árboles se dan 20 euros en productos.

La última iniciativa con la que se quiere celebrar este aniversario es el taller de Salud y Longevidad, con la intención de conseguir más interacción social, para que los participantes se conozcan y verse periódicamente, para poder ser un apoyo unos a otros y conseguir mejoras. “Primero se creó una comunidad en Facebook y como mucha de la gente es del entorno, pues pensamos que su vez debería de existir una réplica real con encuentros presenciales durante un sábado al mes, donde se realizaron talleres como los de dejar de fumar, apoyo psicosocial, adelgazar por ejemplo y después habrá un rato de relajación y una comida juntos. El primer sábado que se reunirán será el 2 de febrero”, comentó.

 

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